En Ropero ECOSS, las mujeres no solo están aprendiendo a emprender, están aprendiendo a creer en sí mismas, a ser agentes de cambio, a construir un futuro donde sus acciones, por pequeñas que parezcan, dejan una huella de amor en el mundo. Cada venta, cada prenda recuperada, es un paso hacia un futuro más sostenible y lleno de esperanza.

En la Fundación Nuevo Comienzo, creemos que el cambio comienza con acciones pequeñas, pero poderosas. Por eso, hemos dado vida al Ropero ECOSS, una iniciativa que une el amor por el planeta y el empoderamiento de mujeres valientes que sueñan con un futuro mejor. Este proyecto no solo ofrece una oportunidad de emprendimiento, sino también una forma de transformar el mundo a través de la moda.

Sabemos que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta. Según datos de las Naciones Unidas (ONU), la llamada “moda rápida” impulsa el consumo desmedido, generando millones de toneladas de desechos que terminan en vertederos, contaminando suelos, ríos y mares por décadas, e incluso siglos. Pero en el Ropero ECOSS, creemos que las prendas pueden tener una segunda vida y, con ellas, las personas también.

Nuestra iniciativa está dirigida a mujeres emprendedoras, quienes, a través de la recolección de ropa en buen estado, no solo encuentran una oportunidad para generar ingresos, sino también reciben formación en emprendimiento y ventas. Por cada prenda vendida, las mujeres ganan el 50% del valor, dándoles las herramientas necesarias para, en un futuro, soñar con sus propios negocios. Además, fomentamos el concepto de moda circular, una alternativa sostenible que busca prolongar el ciclo de vida de las prendas, reduciendo su impacto ambiental.

Pero nuestro propósito va más allá de los ingresos económicos. En cada pieza rescatada, hay una oportunidad para proteger nuestro hogar común: el planeta. Al evitar que toneladas de ropa lleguen a los rellenos sanitarios y a las fuentes de agua, estamos cuidando el medio ambiente y contribuyendo a un mundo más sano y limpio para las generaciones venideras. Sabemos que una sola prenda puede tardar hasta 200 años en degradarse, pero juntas podemos cambiar esa realidad.